El Trasero de mi PRINCIPE BLUE

Era un día igual a todos mis putos días: la música fuerte de mi mamá , mi hermano viendo t.v y yo tapada de pies a cabeza intentando disfrutar los minutos que me quedaban en la cama. Entonces sonó el teléfono y mi mamá me dijo :"es para ti", yo por dentro me preguntaba : ¿ Quién me llama a esta puta hora por dioh? (bueno aún no me había fijado que ya eran las 11 am.), en eso contesto y digo "Alo" con esa voz ronca y super sexona que se escucha cuando uno recién despierta. Por el otro lado del teléfono, me responden y blablabla , ya ni recuerdo exactamente lo que me dijeron y lo que dije, pero el punto principal es que tenía una entrevista de trabajo en un café ubicado por Pedro de valdivia. Al cortar, seguí acostada intentando asimilar lo que había oído y había dicho.

Me levante y continué con mi monótona vida. Ya eran las 2 de la tarde, entonces salí de mi casa rumbo a mi ¿esperada y ansiada? entrevista. Llame a la prostimarasa numero uno de la vida, la Mila, para que me acompañara a dicha entrevista. Luego de las tonteras que siempre hablamos, decidimos juntarnos de universidad católica.

De vuelta de la "super" entrevista, que omitiré comentario ya que no interesa, con mi amiguisima decidimos caminar hasta la telefónica para "culturisarnos" un poquito, ya que estábamos harto desaparecidas de nuestra muy visitada segunda casa durante el año pasado (A).

En nuestro hermoso y apreciado camino, lo vi.

Él, mi amor PLATÓNICO de toda la vida, el maestro de los maestros, a quien le daría todos los hijos del mundo, con quien haría todo todo todo, y daría como... bueno eso también se omite. Era él, mi príncipe blue, montado en su ¿caballo con dos ruedas? bueno, a estas alturas y en el gran Santiago no se puede andar en el caballito por eso decidió usar bicicleta. Se veía más mino que nunca, lo vimos encima con la mila, si no fuera porque la mila me "piñizco" mi brazo no lo hubiera creído. Quede petrificada ante su hermosa y perfecta cara ( dale color? xD) durante un segundo, después lo mire y lo mire y lo mire y me tire al pasto... iba a hacer escandalo cuando me di cuenta que ya tenía 18 años y estaba harto grandesita para esas cosas. Entoces, me quede ahí sentada hasta que desapareció de mi vista. Mientras lo veía alejarce, sus pompas se movían de aquí para allá. Eso, chiquillas, jamás lo podre olvidar ¡IN MY LIFE!.